¿OSOS?¿QUE OSOS?

La libertad de información, ¿nace o se hace? Contaban los medios más subversivos a los que tengo acceso (por gentileza de mi amiga Cristina, que me espamea con mails tan solidarios que me hacen sentir como un banquero de película de Chaplin) que La Casa Real española presionó a los medios de comunicación para que no informaran sobre una cacería del Rey en Rumania los días 9 y 10 de octubre, y durante la cual la corte real mató nueve osos de una especie protegida, dos de ellos gestantes, y un lobo, todo según informaba el diario ‘‘Romania Libera’’. También cuentan que enterado Iñaki Anasagasti (el del peinado complicado) estimó oportuno formular al gobierno una pregunta al respecto. La pregunta fue recogida por una agencia de noticias y poco después la Casa Real llamó a la agencia de noticias "echándoles la consabida bronca mientras exigían embargar la noticia. Pero la piedra había sido lanzada ya al estanque"
Según sigue contando Anasagasti, los servicios de prensa de la Casa Real han metido horas extraordinarias para que no se hable de este escándalo y consiguieron en parte su propósito. El sábado pasado salió en ‘‘El Mundo’’ la información, así como en DEIA (que no son ninguno de los dos precisamente mis diarios de cabecera). Dicen que hasta el diario ‘‘Avui’’, que tenía las portadas de los periódicos rumanos, al final no los publicó. El senador del PNV añadía, ademas, que el sábado le llamaron de una importante cadena de radio para comentar el hecho. A la media hora le avisaron que se había suspendido el hablar de este asunto. "No era políticamente correcto". La pregunta es ¿de qué parte de la familia ha sacado el príncipe Felipe su implicación en series sobre la Naturaleza salvaje? ¿Son los osos antimonárquicos, y por eso desde Don Favila hay algo que llama a la realeza de Ejpaña a cargárselos? La noticia entronca con la muerte a manos de cazadores de la última osa del Pirineo, que deja en evidencia el plan de repoblación europeo en una zona que cada vez es más urbanizada y urbanizable, y menos natural. Viva el Liberalismo Salvaje (pero cuidado con la Caza Real).