En el subtítulo del blog aparece el neologismo que sorprende dentro de su lógica (¡y que en la búsqueda de Google me coloca en décima opción por ahora!): En efecto, me defino como "barcelonauta", es decir, navegador de/por Barcelona. El vocablo es el título de un libro de un interesante escritor catalán, Pep Albanell: es la història de un tipo que quiere huir de la ciudad y pierde el billete que ha de devolverlo al paraíso añorado de su infancia, su Arcadia perdida. Pero también es el relato del náufrago ciudadano que en su búsqueda conoce un montón de gente, hasta que llega el amor, que le hacen entender que la aventura y el paraíso pueden estar donde estamos o bien en el mismo viaje, idea que ya aparece en la Odisea.
Mi identificación es total con el resumen: En mi caso, la Arcadia perdida es la Tarragona de mi infancia y juventud, 100 kilómetros al sur, un estilo de vida diferente. Y el presente (y futuro) me mueve hacia donde estoy. Y en efecto, a veces naufrago en este mar de mala leche que subyace en muchos habitantes de esta habitable orbe que es Barcelona, pero cada vez salgo de nuevo a flote. Por otra parte, la navegación por la red de redes hace que mis fantasmas afloren, y la mística del letraherido, la comunicación unida a la creación ¿literaria?, se adueñan por un rato de mi existencia. Y me gusta...
Para qué explicar lo obvio... Unas palabrejas sobre lo cotidiano, desde la galaxia de los treinta, sin acritud (o no).
viernes, abril 29, 2005
domingo, abril 24, 2005
Los buenos compañeros no se quedan...
Recientemente una de las doctoras que sobreviven a las guardias de coordinación se nos ha ido. ¿Motivo? La familia le pide trabajar menos, y una buena oferta se nos la llevó. La Dra Teresa Acera nos ha dejado -aparte de un problema que debería subsanar la empresa (y acabará resolviendo la gente, como siempre pasa en esta y en tantas casas de bata blanca)- un grato recuerdo personal y profesional, adornado con una bella nota de despedida, que quiero compartir: "No puedo despedime de vosotros porque vais a estar en cada uno de los caminos en los que vamos a seguir encontrándonos, luchando, codo con codo, con la falta de recursos, con la falta de tiempo, con la incomprensión de aquellos que demandan ayuda, con la falta de sueño, con el exceso de café, con los compromisos familiares insatisfechos y con la recompensa de una sonrisa o un apretón de manos o un guiño, con la satisfacción del deber cumplido y con el dolor de todos aquellos que sufren. Cuento con vosotros, como he estado contando desde que os conozco para que estéis a mi lado o cubriéndome la espalda o precediéndome, pero en contacto, porque formamos parte de un equipo que es inmenso, insomne, omnipresente, luchador, competitivo, crítico, constructivo y familiar. Cuento con vosotros siempre. Un beso."
Siempre aciertas, Doctora. Se te va a echar de menos de verdad...
Siempre aciertas, Doctora. Se te va a echar de menos de verdad...
domingo, abril 10, 2005
De lo mágico a lo real
Sumergido en esta corriente de escepticismo en la que nado últimamente, no he podido dejar de disfrutar del post que linko, en el que se hacen 3 espléndidas citas cinematográficas donde se muestra el choque entre la magia, el mundo del que se sabe un farsante pero ha hecho de la ilusión una forma de vida (y lucro), y el del rigor. Otra tarea a la que dedicarme será encontrar citas sobre el choque de los integrismos mágicos con los integrismos científicos...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)