MEX & CAL es un ya añejo restaurante mejicano ubicado en pleno Eixample izquierdo de Barcelona, en Aribau casi con Aragón. Su carta es un dechado de virtudes de cocina de fusión mejicana, pero no se pierden las raíces en aras del populismo que otros exhiben: creo que desde mi estancia en México no recordaba un guacamole tan auténtico. Los nachos son poesía para los sentidos para los que gozamos de la comida o incluso para los que no (qué lejos de la aberración que dan como nachos en los cines, con un cheddar pintado de naranja y todo servido en un pedazo de plástico). Poesía XXL, eso sí... Los tamaños son lo que prometen, y es muy recomendable hacer caso a los amables camareros en sus sugerencias (sobre todo con acompañantes de bajo calado). La cerveza mejicana va mas allá de la Coronita (o Sol), pero tampoco sin experimentos. La quesadilla es como un sandwich mixto de masa de torta de maíz pero con queso de verdad y sin jamón. Si vais cuatro, tiraros de cabeza al festival de fajitas: divertido y recomendable. La Calidad de la oferta y el servicio hace sentir cómodo, si bien no es un lugar con sillas y mesas amplias (para un tipo de 1,86 y un Indice de Masa Corporal mayor que 28 -sobrepeso- como yo esto es bastante importante). Preguntar también en
los postres: el Diablo nosequé es un brownie de chocolate brutal, y el tequila reposado es una delicia. Eso sí, no tienen ron Pujol para carajillo... es triste ser tan autóctono y valorar tanto un ron que solo sirve para esto, por su alcohol y melaza, pero son muchos años...
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