Nastic: ¿ya hemos bajado de Primera?

Este año pasado, el Gimnàstic de Tarragona subió a la Primera División española de futbol. Es improbable (por no decir imposible) que emule las gestas del Villareal en la caaancha (con asento argentiiino), más que nada porque incluso el presidente que logró el ascenso ya ha dimitido a la vista del descenso del año que viene. Es una pena que los aficionados al buen futbol tarraconenses se hayan acostumbrado a ganar, y los refuerzos (tras 14 bajas a dia de hoy) lleguen a trompicones y no aparezca una hada madrina que meta pasta para al menos no ser los últimos de la fila. Los de Tarragona sufrimos una especie de destilación con hierbas de la esencia de la catalanidad: ya no solo celebramos derrotas, sino que las justificamos un año antes. Un poco de orgullo periférico, joder, que entre los de Barna y los de Madrí nos tienen acojonados, sin tercer carril de autopista, con plan para cargarse nuestras playas y encima no disfrutaremos que Luis César nos haga ganar algún partido épico (del parodiado en la tele local Madrid-Nástic no hace tanto tiempo)
Si hay que hacer épica es mejor el uniforme vintage. Esperemos que la nueva directiva de turno (de oficio) sea tan buena como la del Zaragoza, y que el año que viene ponga anuncios impresionantes para hacerse socio. O mejor, para que al menos no se borren los que ya lo son...